LA MIRADA CENTELLEANTE

                  Medusa por Trinitate

Escribo desde una desdicha contenida, con una mirada ensordecedora, todos los días viendo la luz del sol que cae en el suelo, iluminando la basura que hay en él. Todos los días son diferentes pero la luz del día es la misma, lo que me hace pensar yace en la imagen, en mi intranquilidad fundada en lo que veo o pienso que pasará. Veo que el tiempo transcurre en la luz y en la ausencia de ella, hablo hacia mí y con lo que escribo,  pienso en como va acabando mi vida mirando fijamente a Medusa y no poder hacer más... que seguir viendo. 

Medusa o Gorgona era un ser que poseía una mirada tan penetrante que cualquiera que la veía quedaba petrificado, convertido en piedra; de sus ojos parecía salir una luz cegadora, era imposible verla a la cara sin después morir. Medusa fue decapitada por Perseo por órdenes de Atenea qué posteriormente utilizó su cabeza como escudo en cada batalla.

La visión juega un papel importante en el sujeto: es con lo que vemos nuestro entorno, el mundo, pero el mundo también nos observa sólo que no puede emitir palabra alguna de qué es lo que ve. Por eso se crea el objeto, el cuadro, la escultura que permanece con los ojos bien abiertos pero carece de lenguaje. 

Con el paso del tiempo la imagen de Medusa se convirtió en símbolo de lo siniestro, de aquello que no se debe ver, algo a lo que la mirada debe de huir, un temor basado en la mirada del otro; mediante el sentido de la vista se toma la apreciación de lo bello y lo sublime pero también de lo caótico. 
 
En Juego de Tronos los miembros de la secta de Los hijos de la Arpía portaban una máscara dorada para cometer crímenes a plena luz del día, esta secta parece hacer alusión a las sacerdotisas (usaban una máscara de Medusa) que rendían culto a una diosa Lunar (hekate) en Caria (región que fue tomada por el imperio griego que hoy es una parte de Turquía) que se perfilaba para ser una ciudad teocrática.

              Game of Thrones (2011)

Los símbolos están plagados de historias que nos representan y que nos conectan a los unos con los otros, el campo visual funciona como un reflector al que siempre se le escapa algo que alumbrar y que al no verlo todo, se duda de su existencia; la mitología nos da pistas de la importancia que se le daba a la mirada, la describían como algo potente y deslumbrante capaz de dar luz a lo que se observa o pulverizarlo. 

Sentirse observado, posar la vista sobre alguien o algo es muestra que la mirada posiblemente es perceptible e invisible al tiempo que es lo suficientemente poderosa para recordarnos nuestra existencia y que nada podemos hacer cuando no sabemos de dónde viene esa mirada. Es cuando abrimos los ojos, cuando pensamos, que nos damos cuenta que imaginamos ser mirados, de que hay algo ausente que nos constituye como seres completamente alejados de los otros animales. La mirada es siempre saber que hay otro que me mira. 

Somos todos observados y al mismo tiempo espectadores, a veces se busca con desespero la mirada del ser amado y otras ocasiones se huye de ella y así con las demás situaciones de la vida cotidiana. 

La memoria plasmada en historias, en leyendas, en cuadros proviene de lo que hemos visto, desde un amanecer hasta la lapidación de un inocente; hay imágenes que son más fuertes que las palabras, de ahí que una imagen valga más que mil palabras. Todo aquello que atrae nuestra mirada trae consigo una parte de nosotros puesta en ese objeto, algo que no se puede decir con palabras pero que es real por que se siente. Una escena se hace presente en la historia del sujeto a través de lo que ha visto. 

Todo significado cobra relevancia cuando cubre al cuerpo, aun desnudo sigue conservando una variante de significantes que forman una barrera para acceder a él, posee una investidura simbólica de la cual es casi imposible penetrar. El pudor y el poder en el cuerpo convergen en la mirada del otro. 

La obscenidad puede llegar hasta límites insospechados pero para que exista, para que se disfrute se necesita arrebatarle el pudor a quien tiene el poder y eso se logra mediante la violencia, dejando solo la vergüenza, como le sucedió a Cercei Lannister, Reina regente, Reina madre, Señora de los siete reinos y Protectora del Reino, títulos que le costaba sostener en una sociedad donde el poder de gobernar sólo era para los hombres, vivió en un estado paranoico temiendo que en cualquier momento su poder le fuera arrebatado por su incapacidad para gobernar por el simple hecho de ser mujer. Se lucha por lo que no se tiene o se teme perder y en el caso de Cercei sus hijos eran un aliciente para reforzar más su angustia transformada en violencia. 

Por ordenes del gorrión supremo (líder de una secta puritana) Cercei es obligada a caminar desnuda del templo a la Fortaleza Roja recibiendo toda clase de insultos y golpes  para la absolución de sus pecados, el recorrido es llamado la caminata de la vergüenza. En algunas partes el desnudo fue censurado pero lo único que no cambió fue el lenguaje obsceno de la escena: los insultos y vejaciones que caían sobre ese cuerpo desnudo y vulnerable sirven de espectáculo para una sociedad oprimida por ellos mismos y no tanto por la Reina Cercei. 

             Game of Thrones (2011)

Los ciudadanos tienen un rato en que ellos toman venganza mediante humillaciones contra la que creen que es su enemiga, la multitud se contagia a través de esa risa burlona y caníbal, el asco y repudio hacia la misma persona los hace sentirse más unidos. Algo un poco similar sucede en el origen del cristianismo, la pasión de Cristo y la misericordia de la Madre en Cercei; los insultos en Cercei están al mismo nivel que los de Jesús, ponerle una corona de espinas, nombrarlo Rey de reyes, Cercei por su parte recibiendo insultos sexuales, fluidos corpóreos, todo es en plan de mofa y burla. Burlarse del Poder es equivalente a burlarse de DIOS. 

Maestro de la sisla, coronación de espinas e improperios 

Todo el mundo parece portar una mascara de Medusa al momento de reunirse, la cabeza es un despojo de ella, que sirve como advertencia a los enemigos o aduladores, el despojo proviene del sarkasmos, la mirada centelleante y avasalladora que permite al pueblo hacerse uno ya sea para adular al tirano o para crucificarlo lo que provoca en cada asistente esa risa caníbal. 

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