En ocasiones se nos dificulta mirar a nuestro interior no por que no queramos si no más bien por algo ajeno a nuestro conocimiento; las emociones se sienten en el cuerpo y en la mente pero no a toda la gente le sucede esto y su vida se va tornando en sí una dificultad para vivir, para relacionarse, incluso para expresar la más mínima emoción mediante el lenguaje corporal.
Enfrentarse al desconsuelo, pesadumbre o abatimiento no son nada del otro mundo, todos en algún momento las hemos tenido pero toman un nuevo sentido cuando el sujeto, sin saberlo, se queda atrapado en ella. Una vez que se acude a consulta por algún dolor físico siempre se espera que el médico se base sobre esos síntomas para aliviar el dolor que le aqueja en ese momento al paciente.
Lo psicosomático siempre ha causado inquietud y rechazo entre la sociedad, el motivo tal vez sea la relación que hay entre la mente, el cerebro y el cuerpo; sobre todo cómo es que se originan algunas enfermedades en la mente y pasan al cuerpo algunas de ellas llegando a ser reales y otras, por el contrario, solo son imaginaras (como sería el caso del hipocondríaco que experimenta sólo ansiedad).
La mente es parte del cerebro, de ahí que guarden una interacción a la hora de manifestar dolor, las "enfermedades" psicosomáticas existen y producen un gran malestar en quien las sufre; los síntomas físicos responden en primer momento, aunque no quiere decir que se trate estrictamente de eso, a causas psicológicas que tienen que ver con algún pensamiento o conducta reprimida en alguna etapa significativa de la vida (p. ej., un duelo mal llevado o violencia sexual) hasta preocupaciones por muy mínimas que parezcan pero que a largo plazo van permeando incluso en el cuerpo.
Otra explicación de los síntomas físicos sería el fenómeno psicosomático que no está alojado ni siquiera en el inconsciente; del dolor emocional no se es consciente porque pasa directamente al cuerpo, el malestar físico funciona como un agente distractor, el suceso "traumático" pasó tan rápido por la mente que no hubo lugar para procesarlo, no hay un registro simbólico para ello, esto con el paso del tiempo va acarreando en el sujeto esa imposibilidad de reconocer sus propios sentimientos a causa de una falta de conexión entre la palabra y sus emociones; por lo tanto tenemos que no hay nada reprimido porque esos sucesos nunca se alojaron en la mente sino que pasaron directamente al cuerpo para presentarse como mal-estar físico.
Tener una "enfermedad psicosomática" llega a ser motivo de vergüenza para el que la sufre puesto que prefiere decir que tiene alguna otra enfermedad a decir que padece una enfermedad que tiene que ver más con sus emociones que con lo corporal; en realidad estas personas ni siquiera son tomadas en serio por la mayoría de los profesionales de la salud y mucho menos por la sociedad ya que ven al paciente como alguien que se hace pasar por enfermo, que juega con el saber del médico.
Porque cuando se trata de una enfermedad en el organismo el sujeto no es interpelado ya que ellos es algo fuera de su alcance y de su voluntad, pero no así con lo psicosomático donde es criticado y cuestionado por padecerla. En ocasiones la presión es aún peor ya que se le ve como una persona débil, con falta de entusiasmo y de poco carácter, incluso culpable de su situación.
El sujeto aparte de ser juzgado se siente culpable por padecer tal enfermedad ya que carga con un estigma por que inmediatamente es catalogado con cierto grado de locura y esta siempre ha sido motivo de vergüenza social. Padecer esa carga psicosomática no sólo es un problema para el sujeto sino también para su familia, su trabajo, su entorno. Llega incluso a ser un tabú, nadie quiere ser señalado ni mal visto, es preferible que vean que la persona busca la sanación espiritual y el estilo saludable a través de diversas terapias que acudir con un especialista de la salud mental.
Y por último, tomar el riesgo de abandonarlo todo, pasar tan desacerbado como el vuelo de un pájaro, explorar y ver que todos van llevando una vida igual, mejor o peor que uno, es una opción que siempre pasará por la mente de cada uno y no con la firme intención de ser algo reconfortante pero sí ofrece una pista para mirar hacia nuestro interior.
Study of the head, Francis Bacon
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