... El ser no es más que un semblante. La henología, doctrina del uno, aquí está por encima de la ontología, teoría del Ser.
Jacques - Alain Miller
Libros de autoayuda, test de revistas, charlas con ángeles. Parece que todas tienen algo en común y es insertar la interrogante de cómo andas de autoestima y apartir de eso vender una idea de autobienestar, de que todo es posible y que todo sueño por muy imposible de alcanzar se puede cumplir. Se va transmitiendo esa idea hasta el cansancio de que lo mejor es establecer lazos sociales con todo el mundo, sobretodo con gente "positiva" y si esa idea no te agrada algo debe de andar mal en ti. Se trata de una reinsercion a la sociedad competitiva que va desde el trabajo hasta las relaciones personales afectivas. Los individuos carentes de "felicidad" en el trabajo son considerados como una peste que no produce lo mismo que un empleado muy motivado.
Así, el coach hace una lista de cosas a evitar y se etiqueta cada comportamiento y persona, tal cosa positiva o tal persona "tóxica", ¿pero por qué suena tan atractiva esta idea? Porque la gente busca alguien que le diga qué hacer con su vida y mucho mejor si ese alguien se presume como el portador de un saber al que tú, siguiendo sus pasos, puedes llegar a ser como él.
Lo que se busca es cubrir, tranquilizar eso que llaman "demonios internos" para regresar a un estado de felicidad y productividad; es decir, una readaptacion social, reaccionar con apatía o negación ante esta ayuda puede llegar a ser tomado como una conducta autodestructiva, se asume que es por medio de procesos de aprendizaje que el individuo no ha aprendido a tomar un camino saludable con sus emociones y que lo que hace falta es corregir ese aprendizaje para que su comportamiento sea aceptado ante la sociedad y se vuelva parte de la norma dominante.
Pasa lo mismo cuando se quiere estar en armonía, con los astros, con la naturaleza, con todo ser vivo, una naturaleza que se cree perdida u olvidada a causa de la sofocante globalizacion que se vive pero nada es más artificial que eso porque en realidad lo que se busca no es una armonía o naturalidad sino una pose, una actitud completamente artificial, el seguir y tener una disposición a querer cambiar a un régimen impuesto por una sociedad ávida de estar en paz y agradecida con lo antes mencionado, al final se cae en una superficialidad axfixiante porque en realidad lo que se busca es una aprobación, un sentido de pertenencia a un grupo determinado, porque no es lo mismo que hagas yoga en la soledad de tu casa a que lo hagas en grupo.
El objetivo hasta ahora es controlar y mantener al margen una conducta no deseada, calmar esas emociones negativas, de esta manera la persona se encuentra privada o imposibilitada de explorar aquello que le está pasando porque sólo se mantiene en una positividad que funciona como un sedante. Se sabe que de lo que se trata es buscar respuestas rápidas ante situaciones que producen estrés, cambios de humor, ansiedad o depresión. Se vende la falsa idea de que mediante ejercicios de respiración o meditación puedes llegar a alcanzar un nivel de ser humano libre; tal vez no de sufrimiento, pero sí más optimista y por lo tanto feliz.
La noción que se tiene en la actualidad de tristeza, depresión y melancolía responde a factores puramente globalizados que vienen desde diagnósticos médicos como el DSM-5 hasta diagnósticos espirituales, lo que es cierto es que hay una línea casi imperceptible entre la tristeza y la depresión, hay gente que vive años con depresión sin darse cuenta. La depresión suele asociarse a problemas biológicos y la tristeza a problemas emocionales. Parece ser que una cosa conduce a la otra; es decir, que la tristeza puede ocasionar cambios de hábito, una falta de placer en cosas que antes te motivaban y eso puede dar como resultado una falta de serotonina que es lo que se dice que padece el paciente cuando es diagnosticado con depresión, aparte de eso se deben reunir otros requisitos más para ser considerado con depresión, la palabra depresión de por sí es ambigua porque su definición llega a ser hasta obsoleta en algunos pacientes porque mientras más se aborde al paciente con términos para definirlo, más se sentirá presionado por la sociedad o por el saber del médico.
La depresión es un conjunto de síntomas que les antecede una historia única, estos síntomas van desde una tristeza crónica hasta una insoportable necesidad de dejar de vivir, de sufrir; es importante buscar las herramientas necesarias para darle un sentido diferente a la manera en la que se ha visto estigmatizada la depresión y la tristeza para que el sujeto se habra hacia nuevos horizontes propuestos y una de las formas es regresar a la noción que se tenía sobre la melancolía.
La melancolía esta intrínsecamente ligada al duelo, a la pérdida, no necesariamente de alguien que murió. El duelo tiene que ver en como se procesa ese dolor de la pérdida. En el duelo uno sabe qué fue lo que perdió, en la melancolía no. La tristeza se ubica en el yo y la melancolía en el falasser, en ese inconsciente desde donde el sujeto habla, donde es precedido por el discurso, un vacío que es difícil de asir por que escapa en sí del sujeto, de su singularidad y que empuja al sujeto a situarse en dos lugares sin que el se dé cuenta, tanto en el registro del lenguaje como fuera de él, esto le obliga a estar en una construcción de sí mismo como sujeto y que escaparía a esta noción del Ser y que cobraría un sentido cuando se articula con el lenguaje.
Ahora se sabe de que todo esto que se busca cubrir tiene una estrecha relación con un vacío existencial, una falta que falta y que es mediante el lenguaje y nuestro comportamiento como se hace presente. La forma en que se hace presente es algo importante de conocer: saber que las palabras, el lenguaje en sí, no vienen de forma natural, la relación entre las palabras y las cosas se va generando en los primeros años de vida, tomando forma como la ausencia del otro y la presencia del lenguaje.
El sufrimiento de la vida parece que no tiene fin, es algo que hasta llega a ser cotidiano, sé que decir que el verdadero sentido de la vida es el dolor, suena absurdo, no es nada lógico aferrarse a una vida de dolor, lo que digo es que apegarse a una idea de buscar una vida sin sufrimiento buscando la felicidad puede conducir a un camino de erróneo optimismo que acabaría en un rotundo fracaso del ideal impuesto. Uno debe apegarse a la sagacidad de la vida sabiendo que también hay dolor. Hay un cierto dolor en el estar vivo, se ve en la gente mayor que dice "ya viví muchos años", ocupa un lugar un anhelo en dejar de Ser pero el dolor consiste en que por más que se desea no se llega a su fin, al menos no cuando lo quieren.
La ausencia siempre va a estar ahí, arañando los límites del lenguaje y al mismo tiempo el lenguaje queriendo hacerse un lugar en la ausencia, es precisamente de ahí de donde surge la depresión que está muy ligada a la melancolía. ¿Desde qué lugar se habla o se expresa el sujeto, desde una entidad completamente oscura o desde un vacío desconocido? Es claro que el sujeto quiere expresarse pero no sabe cómo y no es que no encuentre las palabras para decirlo sino que se enfrenta a la imposibilidad misma de que no hay una articulación entre lo que siente y las palabras para expresarlo.
Eso mismo ya genera un sufrimiento como tal, vivir en una nada exacerbada y sin una respuesta aparente inmediata, mediar entre ese estado del ser puede resultar imposible en un primer momento. Una alternativa a proponer es regresar a esa estructura de las palabras y las cosas, el cómo se gestó esa estructura y partir de qué surgió puede ayudar a obtener respuestas más precisas.
Lo que se siente, lo que se vive es la carencia, la ausencia, la falta ya sea de felicidad o de coraje, aquí entra el dolor como algo positivo, uno se da cuenta de lo que tiene por todo lo que le falta. El placer podría tomarse como algo negativo porque en la búsqueda de la felicidad, de la plenitud está en realidad una búsqueda de alivio, afirmando que se sufre, y en el momento en que se logra algo, en que se alcanza cierto grado de satisfacción, el deseo muta y comienza todo de nuevo. La ausencia esta presente y es una que invoca una pérdida, una presencia de algo que falta, porque siempre quedará un vacío donde anida la falta.
Comentarios
Publicar un comentario