EL REVERSO DE LA IRRESISTIBLE NORMATIVIDAD MODERNA



Joos van Craesbeeck

La conducta moral, en materia de placeres, se basa en una batalla por el poder. 

Michel Foucault

El exceso de libertad ha llevado a asumir que todo cuanto imagine me merezco, que no hay barreras que me detengan cuando se trata de mi libertad. Pensar de esta manera conduce al individuo a sentirse atacado constantemente.

Imponer un saber porque crees que todo lo que han aprendido los demás sólo promueve más odio es caer exactamente en eso mismo que se quiere erradicar. Denunciar que hay transfobia sólo porque no me aceptaron en un colegio católico suena tanto como el alcohólico quejándose porque no le permiten entrar a AA a repartir botellas. Si trabajas en una institución te riges por la política y la reglas de esa institución, y eso aplica para cualquier ámbito y tener reglas no es discriminación sino que se trata de sentido común. 

Por otro lado, tomemos la figura del muxe cuya idealización se cree que contribuye a erradicar la homofobia y transfobia en general. Debemos tener en cuenta que se trata de una comunidad con sus propios usos y costumbres y que el hecho de que puedan expresar su identidad no significa que no sigan un orden de la norma ya establecida en las sociedades que habitan. El hombre que entre ellos nace con orientación homosexual es obligado por su entorno social a asumir el rol de "mujer" porque, por mucho que se pregone la idea del tercer sexo, no es más que un  relapso de mujer. En ese contexto o se es mujer o se es hombre ya que no se concibe que un hombre pueda sentir atracción por alguien de su mismo sexo porque si es así entonces uno de los dos debe asumir el papel de mujer. Lo que regula esa admiración es que se sabe que en un tiempo fueron hombres puesto que el hombre está para la consagración y la mujer para la degradación, viven en un lugar marcado por el machismo. Por ejemplo, no escuchamos hablar de mujeres lesbianas o "nguiu", como se le conoce en zapoteco a las lesbianas, quienes son relegadas en esas mismas comunidades donde las muxes prácticamente son veneradas. En las comunidades alejadas de la mancha urbana asumir la identidad homosexual implica asumirse como mujer y travestirse porque el hecho de que un hombre guste de otro hombre es imperdonable y motivo de oprobio no solo para la familia sino para toda la comunidad. Eso o llevar una doble vida. 

El argumento de que la homosexualidad es tan antigua que ya existía en la antigua Roma o en Grecia es absurdo, sólo se hacía diferencia entre la actividad pasiva y activa, la degradación de la pasividad siempre ha existido y por lo tanto el sometimiento. Otro argumento que se abre camino en el mismo sentido es decir que en los animales también se han documentado casos de conducta homosexual, puesto que los animales no están habitados por el lenguaje del ser humano, no pueden ser homosexuales, así como tampoco podrían ser violadores ni asesinos. Al tratar de cubrir todo mediante el lenguaje, se cae en el exceso, el exceso del lenguaje. 

En este contexto, todo aquello que contravenga la narrativa que se pretende normalizar bajo el estandarte de la tolerancia es condenado.

Censurar o condenar a alguien en redes sociales, poniéndole todo tipo de adjetivos, asumiéndose mejor persona por denunciarlo no te hace diferente ni parte de una oposición, todo ser humano tiene algo en común y es la violencia ejercida en masa. Responder con agresividad al humor, a la parodia o a la sátira política (que es el escape de toda la frustración acumulada) sólo nos hace situarnos en un puritanismo y nos deja a un paso de responder al humor negro y enervante con balas y explosivos como lo fue el ataque a Charlie Hebdo. 

La generalización impuesta por un capitalismo emergente basado en prácticas de sentido solidario, imponiendo nuevas reglas estéticas y estandarizando nuevas identidades sociales, ha contribuido en exceso a una nueva forma de rebelión en donde cada sujeto es ya un clon de otro más, ya sea de un líder político o un activista social por nombrar sólo algunos, el objetivo es crear una sociedad limpia y sana mentalmente, buscando integrar todas las diferencias en un sistema que a su vez las rija a todas, queriendo borrar las agresiones con más violencia e imponiendo un saber absoluto, una verdad única para todos.


La idea es tendadora y sobre todo capitalizable: abolir toda forma de agresión por medio de ideas "revolucionarias" lo cual sólo conduce a una violencia generando un conflicto social; pero al mismo tiempo se tiende a criminalizar y sabotear manifestaciones o revoluciones que van contra sus ideales impuestos en parte gracias a la globalizacion que se regula mediante los medios  y que ha llevado a insertar identidades basado en las buenas acciones posteables en redes sociales.


Se busca entonces disfrazar formas de violencia mediante un higienismo mental, una obsesion a la felicidad y a la paz mundial que termina pareciendo un culto a un nuevo ser, a un amo. Hoy en día los seres alienados son los que no siguen un orden de estas nuevas prácticas, al final de lo que se trata es de normalizar nuevas conductas más ad'hoc con los problemas económicos y sociales. 
Manejarse socialmente por conductas obligadas o auto impuestas , representándose como un ser del nuevo orden, consciente de sus problemas del entorno, lleva a un camino de insatisfacción donde el sujeto se reprime ante la insoportable autoridad ética del otro. Una libertad impuesta puede llegar a ser sofocante. 


Un exceso de libertad en la normalidad auto impuesta abre horizontes como el de la locura o la violencia porque del exceso de libertad  hay un paso más que conduce a una desbordante normalidad que cae en el autoritarismo como si se se tratase de una religión a la cual hay que rendirle culto, en este caso a una normalidad exacerbada y sin límites. 


Asistimos entonces a una defensa normalizante y a la vez ofensiva que apuesta por la imposición de una igualdad, de un amparo para los que son semejantes a nosotros, víctimas de explotación y abusos de grupos dominantes, donde sujetarse al papel de víctima es indispensable. Al final no acaba con el problema, porque la víctima sigue ahí, precisamente por la diferencia misma que se dice no debe de importar pero que se la ha impuesto desde lo político y lo social para explotar ese papel de víctima. 


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